Anidando
El lunes 22 de mayo al mediodía fui al Hospital de Nicoya porque estaba con muchas contracciones. Después de un par de chequeos los médicos me dijeron que me tenía que quedar internada. No era nada grave y Alejandro estaba bien pero preferían monitorearme de cerca. Me asusté un poco porque era la primera vez que dormiría en un hospital y porque no pensé que iba a terminar internada. Dimitri viajó una hora hasta nuestra casa para buscar un mini bolso, manejó hasta Nicoya y se quedó conmigo hasta que finalizó el horario de visitas. Los médicos me pusieron una sonda con sulfato de magnesio para aflojar las contracciones y una inyección (luego vendrían tres más) para acelerar el crecimiento de los pulmones de Alejandro. Esto lo realizan por si llegara a nacer antes de tiempo. Además me dijeron que tenía que hacer reposo absoluto hasta el mediodía del día siguiente. Si quería ir al baño, tenía que pedir la pelela. En la habitación que me asignaron había otras mujeres.