Miscelánea
Voy a escribir esta entrada como salga, sin planear, sin revisar y sin controlar. En estos últimos días estuve pensando varias cosas. Uno: Me encantaría poder lograr tal vida interior que los acontecimientos externos, positivos y negativos, alegres y tristes, no me afecten en demasía. Ejemplo: el martes tuve una excelente salida, el miércoles estaba feliz y se notaba. ¿Por qué esperar a esos momentos para ser feliz? Quiero ser feliz ahora, sean cuales sean mis circunstancias. Dos: Qué fácil y rápido que juzgamos a la gente. Qué incómodo es vivir con estereotipos rígidos. Te condicionan. En mi trabajo nuevo estoy conociendo gente de otros países y haciendo tareas nuevas. En sólo un mes me he llevado gratas sorpresas. Aprendí a no juzgar de antemano. A ponerte el lugar del otro. Tres: Uno atrae lo que piensa. Y esto no es “zen bullshit”. Es así. Por lo menos a mí me ocurre. Mientras daba clases en Wayra, ayudaba a una ONG que trabaja para el bienestar de Tamarindo. Fui